A ver, vamos a ponernos serios, pero sin pasarnos… Si estás leyendo esto, seguro que has oído hablar de la famosa «comunicación comercial», aunque quizás no tengas claro del todo qué engloba exactamente. Y en tiempos donde hasta el vecino del quinto tiene TikTok para promocionar sus bizcochos caseros, las empresas tampoco pueden permitirse ir por la vida improvisando al dirigirse a sus clientes. Aquí es donde entra en juego eso de la comunicación comercial.
Índice
¿Qué entendemos por comunicación comercial?
Básicamente, la comunicación comercial es cualquier mensaje que tu empresa lanza para provocar alguna reacción en la audiencia. Esa reacción puede ser comprar algo, confiar en ti, seguirte en redes o simplemente recordarte la próxima vez que necesite lo que vendes. Y ojo, que no hablamos solo de publicidad típica y tópica. Desde cómo decoras la entrada de tu local hasta el tono con el que respondes mensajes en Instagram, todo cuenta.
Parece sencillo así dicho, ¿verdad? Pero la realidad es que cada palabra (y cómo la dices) genera una imagen sobre ti. Y en el mundo empresarial, ya sabemos lo que dicen: «una buena imagen vale más que mil promociones».
Elementos clave de la comunicación comercial
Antes de lanzarte al ruedo comunicativo como pollo sin cabeza, ten presente estos elementos clave:
- Quién habla (emisor): Normalmente tu negocio o marca.
- Quién escucha (receptor): Clientes potenciales, usuarios frecuentes, proveedores, etc.
- Por dónde hablas (canal): Desde tu web hasta emails, pasando por redes o WhatsApp.
- Qué dices (mensaje): Desde «estamos de oferta» hasta «somos la mejor opción por X o Y razón».
- Qué buscas (objetivo): ¿Quieres vender ya? ¿Buscas confianza? ¿Avisar de algo? Cada objetivo cuenta, y mucho.
Cuanto mejor integrados estén estos puntos, más natural será tu comunicación y más sentido tendrá para quienes te escuchen.
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Niveles de la comunicación comercial
No toda comunicación tiene la misma importancia ni sirve para lo mismo. Por eso es clave saber en qué nivel estás jugando:
- Nivel corporativo: Aquí van los mensajes de alto nivel como misión, valores, lo que te define como empresa. Vamos, lo que dice «este soy yo y así funciono».
- Nivel de marca: Más emocional y visual. Aquí ya le hablas directamente al cliente, creando empatía con un lenguaje que conecte de verdad.
- Nivel de producto: Donde la cosa se pone «vendedora»: qué es, qué ventajas tiene, cuánto cuesta y por qué te conviene comprarlo ya mismo.
- Nivel de relaciones públicas: Eventos, colaboraciones, patrocinios… la parte social que te hace parecer alguien de fiar (o al menos, alguien interesante).
- Nivel crisis: Cuando las cosas se tuercen (y tarde o temprano lo harán), aquí es cuando una buena comunicación te puede salvar del desastre absoluto o hundirte aún más.
Herramientas que deberías dominar
Existen muchas maneras de comunicar, pero aquí tienes algunas que suelen dar buenos resultados:
- Publicidad online y offline: Banners en webs o ese cartel que todos miran en el metro.
- Email marketing: Una joya cuando se usa bien, un desastre cuando te pasas con el spam.
- Marketing de contenidos: Artículos interesantes, vídeos entretenidos o guías que realmente ayudan (sin vender humo).
- Redes sociales: Valen para mucho más que subir memes, créeme.
- Comunicación interna: Tus empleados también comunican tu marca. Mejor tenerlos contentos y bien informados.
Ojo, que no hace falta estar en todas partes. Basta con elegir bien dónde realmente te escucha tu público.
¿Por qué la comunicación comercial fideliza clientes?
Más allá de hacer ventas rápidas, una buena comunicación te ayudará a conectar, generar confianza y que el cliente te vea casi como «uno de los suyos». Un cliente que siente que hablas su idioma y entiendes lo que necesita es un cliente fiel. Y además, hablará bien de ti.
Eso sí, no vale decir en redes que respondes en tiempo récord y luego tardar una semana en contestar emails. Si apuestas por un tono cercano, no le envíes luego facturas redactadas como si las hubiese hecho un notario del siglo pasado.
En resumen
una comunicación comercial bien llevada no solo vende una vez, hace que te vuelvan a elegir una y otra vez.
Conclusión (pero sin rollos) Comunicar no es hablar por hablar. Es saber qué decir, cuándo decirlo y cómo hacerlo bien. Es lo que hace que tu empresa no sea simplemente otra más en Google, sino esa marca que de verdad engancha y convence.
¿Te está costando encontrar tu propia voz? Tranqui, en Accen Inter sabemos echar una mano para contar lo que haces con naturalidad, cercanía y sin sonar a manual de instrucciones 😉.